¿Cuántas veces has intentado empezar una dieta o un plan para adelgazar? Sabemos lo difícil que puede ser comenzar y mantenerte firme en la disciplina. Por ello, hoy te damos varias recomendaciones que te ayudarán a ponerte en forma y que, además, te inspirarán para comer de una manera más saludable.

  1. Prepara tu mente. No todos somos iguales, por eso es importante que te hagas ciertas preguntas antes de comenzar tu nueva dieta saludable. Por ejemplo, ¿ te cuesta mucho cambiar la manera en que te alimentas?, ¿cuántos kilos quieres perder?, ¿qué tan rápido quieres perderlos?, ¿qué tan probable es que cumplas con tus propósitos? Una vez que establezcas estos u otros parámetros similares, tendrás una idea más clara de qué quieres lograr y entonces podrás escoger el método que mejor te resulte.
  2. Pequeños cambios dan grandes resultados. Roma no se hizo en un día, y todavía falta para que llegue el verano. En lugar de hacer cambios drásticos, intenta modificar poco a poco tus conductas alimentarias. Reemplaza cada semana algunos alimentos procesados por otros que sean nutritivos hasta que, progresivamente, aprendas a vivir sin ellos. Un buen truco es preparar la lista del supermercado antes de salir de casa y no hacer trampa.
  3. Comprométete con el cambio. Si te decides a cambiar tus hábitos alimenticios, hazlo por convicción, no porque te han convencido. Esta será la clave cuando tengas que escoger entre una madalena de algarroba o una de mantequilla (por cierto, ¡no dejes de probar las de algarroba!). Después de todo, lo que buscas es mejorar tu calidad de vida: recuérdalo.
  4. Conoce los grupos de alimentos. Tu cuerpo digiere los nutrientes de diferentes formas según las funciones corporales: para construir músculo, transportar nutrientes, dar energía a determinados órganos o, incluso, para almacenar grasa que podrás utilizar en el futuro. Por esta razón, es importante que aprendas qué son las proteínas, los carbohidratos y las grasas.
  5. Selecciona los alimentos y controla las porciones. Lo interesante es que, si le damos al cuerpo aquello que necesita según nuestro grado de actividad y estilo de vida, nos sentiremos satisfechos, con la energía necesaria y animados.

Ahora que cuentas con algo más de información, anímate a diseñar tu nuevo plan de alimentación saludable.